Pensar en t + 1 es agotador, pero muy emocionante. Tal es el caso de un corredor e autos o un tenista, cuyas actividades no parecen demasiado demandantes en términos físicos, pero requieren una inmensa presencia mental. No existe una fórmula mágica ni un proceso definitivo, solo varios talentos que se deben adoptar. El resto depende de cómo adoptar la curiosidad y la perspectiva a todos los demás factores. Sin embargo, si existe un ingrediente esencial, es tener una mente ilustrada que tenga la aptitud y la agilidad para pensar más allá de la norma. La agilidad proviene de la aptitud mental y, como la aptitud física, requiere de entrenamiento; exige estímulo continuo de muchas maneras distintas: artísticas y científicas, comerciales y personales, analíticas y creativas, de la generalidad y de los detalles.

Por lo general, nos esforzamos por seguir el paso de lo que ocurre hoy día, sin tomar un tiempo para mirar al futuro. Si lo hacemos, tendemos a desestimarlo como algo incierto, así que preferimos aprovechar las oportunidades más cercanas a nosotros. Pero, sin una perspectiva de hacia dónde nos dirigimos, es poco probable que podamos avanzar; fallamos en proteger contra el futuro nuestras inversiones e innovaciones y creamos un riesgo mayor ( en lugar de menor ) para nuestras empresas. La innovación requiere liderazgo y un equipo con funciones cruzadas que se comprometa a hacer algo importante. Así mismo necesita energía y ritmo para sortear todos los obstáculos organizacionales y requiere una estructura clara y simple, de modo que la gente sepa qué está pasando y hacia dónde se dirige.